Operación de lipoescultura

Cualquier candidata a someterse a una operación de lipoescultura es informada de los pasos que se realizarán en la intervención.

En primer lugar, antes de entrar al quirófano, se lleva a cabo el marcaje. En él, el cirujano plástico marca las zonas que hay que remodelar, explicandole a la paciente lo que hará durante la intervención de lipoescultura.

Acto seguido, se elige la anestesia que se le pondrá a la paciente. Esto va en función de la cantidad de grasa que se va a extraer y de si se trata de una liposucción local o más extensa. La anestesia puede variar desde una sedación leve hasta una más profunda.

Otro paso más sería la infiltración tumescente. Se inyecta este combinado un poco antes de empezar con la liposucción y con ello se consigue minizar el sangrado, los tejidos se endurecen y todo esto ayuda a que el resultado de la aspiración de la grasa quede uniforme.


Como aspirar la grasa
Seguidamente, comienza la operación. Se hacen unas pequeñas incisiones para insertar la aguja y se empieza a aspirar la grasa de la zona que está por encima de los glúteos. Cuando se ha terminado esa zona, se aspira la grasa que hay por las axilas y por los costados (utilizando las mismas incisiones).

Para eliminar la grasa de la barriga y el estómago, se accede mediante una incisiñon hecha en el ombligo o desde el surco submamario.

El paso final de la lipoescultura
Para que el resultado quede uniforme, se realiza una liposucción superficial. Así se elimina la grasa má cercana a la piel.

Se sutura las incisiones realizadas (quedando una cicatriz muy fina) y se coloca una faja para ayudar a la piel a adaptarse a su nuevo contorno. Esta faja se utilizará durante unos pocos días.